sábado, 16 de junio de 2007

La Verdad de lo que Sentimos

Esa verdad es lo que nos suele avergonzar, y optamos por ocultarla,
por no hacerla tan visible.

Dónde se encuentra cuando realmente la necesitamos?
A veces la educación que se nos impone hace que no la encontremos nunca,
y que hagamos sufrir las consecuencias a otros que nos rodean,
porque uno ya las sufrió, y nunca se dió cuenta.

El dolor que se puede causar por no demostrar la verdad de lo que sentimos
puede ser tal, que directamente nunca mas se nos escoja para vivir momentos felices.
Quizas nosotros mismos somos los hacedores de esa consecuencia.

No decir la verdad hace que tomemos caminos oblicuos
y quedemos parados ante ella sin saber que hacer o decir.
Esos caminos oblicuos son los que nos llevan a otra solucion,
que casualmente, no es la que quisieramos o no es la esperada.

Se asemeja pero no es esa verdad.

Damos vueltas y vueltas sobre el mismo asunto,
buscando otras respuestas, otras cosas en que entretenernos
asi no nos damos cuenta de que en cierta forma
estamos perdiendo el tiempo.

Pensar demasiado,
razonar de mas,
calcular los costos y beneficios.

Enfrentar la realidad como es,
o como nosotros creemos que es, es muy dificil.
Quizas lo mejor sea no enfrentarla.
Pero se vuelve imposible ocultar.

La mentira tiene patas cortas.
Pero cuando se muestra la posibilidad,
y juntamos fuerzas y coraje y valor,
buscamos un eco donde apoyarnos.

Aunque sea eso, un eco.
Y si lo que recibimos es silencio?
y si en realidad el temor es recibir un silencio,
mejor no emitir sonido alguno.

Uno puede sentir por muchas razones,
por muchas causas,
por varios motivos.

El hecho está en sentir y
darse cuenta de que uno no nació para vivir desapercibido,
que tiene cuerpo y mente, y que es natural ser sensible.

Ser sentimental o sensible no esta mal,
ocultar la verdad de lo que sentimos sí.

Cuando no logramos encontrar la opcion o el metodo exacto,
empezamos a buscar los defectos que nos hacen creer que teniamos razon!
que en realidad no era asi tan maravilloso o bueno, que buscamos una señal,
algo, que nos haga ver que justifique el no animarnos a enfrentar la verdad de lo que sentimos.

El engaño constante no es buena salida. Solamente dilata mas.

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